Como en muchas actividades, las mujeres tuvieron muchos obstáculos que librar para poder incorporarse a la industria del largometraje. Entre ellos podemos mencionar la oposición masculina y de la sociedad en general ante la sola idea de que las mujeres se integren al medio cinematográfico; pasar de la producción con ganancia cero, a producción con por lo menos la recuperación de la inversión; ser profesionales y profesionistas, es decir ya no sólo forjarse en la práctica sino también en la escuela; pasar de una producción de escasos uno o dos filmes a mayor filmografía, entre muchos otros.
Para entender mejor la situación es necesario colocarse en el contexto en que incursionaron las mujeres en el cine, y así comprenderemos el nivel de transgresión y voluntad que representaron cada una de estas mujeres.
Algunas fuentes señalan que Mimí Derba (María Herminia Pérez) fue la primera mujer en "debutar" como directora de cine, y que fue gracias a que fungía como "dueña" de la empresa productora Azteca Film.
Lo cierto es que la participación femenina en la dirección de cine no se dasarrolla sino hasta mediados de la década de los 70, siendo muy contadas las que lograron ese puesto antes:
-Cándida Beltrán Rendón, con El secreto de la abuela, en 1928.
-Adela Sequeyro "Perlita", con La mujer de nadie, en 1937 y Diablillos del arrabal, en 1938.
-Eva Limiñana, con Mi Lupe y mi caballo, en 1942.
-Matilde Soto Landeta, con Lola Casanova, en 1948.
